noviembre 25, 2010

Do that! … ¿lo qué? Por Arturo Auregon

Había un anuncio cuyo mensaje central – lo que el estribillo es a la canción – decía: “es marketing Turssini”. Explicando que aun en el caso de ser una empresa de sepelios – como era el ejemplo – el marketing servía igual. En el caso que anoto hoy, la cuestión es “la comunicación”.
Un estudio reciente del GPWI, un instituto cuya actividad principal consiste en analizar cuál es el mejor lugar para trabajar – Sí! existe un instituto para eso y se llama Great Place to Work Institute – determinó que el principal motivo de la movilidad laboral, es decir de la renuncia a los empleos, está relacionado con una mala relación con un jefe o supervisor. Para ello se tomo un universo de 1.000.000 de trabajadores norteamericanos durante el 2006.  Una mala relación habitualmente se origina en un conflicto comunicacional.
Este informe también indica el ranking de las mejores empresas latinoamericanas para trabajar, y  ¿a qué no saben quienes no estamos?
Pero lo cierto, es que mas allá de estar o no estar, las empresas rankeadas son globales, y sus supervisores o jefes han debido – y sabido – adecuar sus estrategias de comunicación a fin de poder llegar en algunos casos a trabajadores de más de 50 países con la coyuntura cultural que implica.
A sabiendas que la rotación permanente de personal es un costo muy alto para una empresa seria, han optado por retenerlos incorporando a ellos lo que se denomina “cultura corporativa” que no es ni mas ni menos que amor por la camiseta.
Para ello, FedEx por ejemplo sugiere vinculantemente a sus niveles gerenciales que tomen cualquier camión de logística a las tres de la mañana y hagan un recorrido completo con el trabajador, de manera de comprender todas las visiones de la empresa, la ejecutiva y la operativa.
En un interesante seminario sobre recursos humanos al que asistí, un alto ejecutivo de una automotriz (GM) explicaba cómo ésta empresa había eliminado el traje y la corbata de los ejecutivos, reemplazando la vestimenta de oficina por camisas y pantalones de trabajo. Es un golpe idiosincrático: ejecutividad x operatividad. Ello sirvió para que los ejecutivos se encuentren más cercanos a los obreros de planta y éstos últimos sientan que quienes toman decisiones ejecutivas alguna vez han estado en contacto con la planta. Es un modelo que se exportó desde GM-Brasil al mundo.
Pero lo importante de este modelo de estrategias comunicacionales es que en al final del túnel, el marketing, los recursos humanos, la capacitación y la mar en coche, debe haber ganancias.
FedEx aún sigue siendo comandada por uno de sus fundadores, y la base de su estrategia fue gente-servicio-ganancia. Si se invierte valor en los trabajadores; éstos sentirán elevada su autoestima y el vínculo con la empresa será mayor, lo que redundará en un mejor servicio al cliente; un mejor servicio es un elemento diferenciador de la competencia – no necesariamente se deben bajar los precios – y genera una mayor fidelización, por ende ganancias.
El esquema es bastante simple y lógico. Y esta es otra de las máximas que los ejecutivos de recursos humanos deben practicar hasta el cansancio: el desafío de la comunicación no es sólo lo que se dice, sino la habilidad de saber cómo otras personas escuchan y reciben lo que uno dice. La buena administración de personal es una cuestión de simplificar la comunicación. “La mayoría de la gente quiere saber qué hora es, no cómo funciona el reloj”.

El perro Joe trata de cambiar el mundo.

noviembre 22, 2010

El mercurial encanto de ser inversor. 22-11-10

dios Mercurio contemporaneo


Ir errático por el mundo de las inversiones, llevar y traer sueños de emprendedores, levantar vuelo cuando más convenga para estacionar donde la promesa de aumento resulte más probable. Esa era parte de la tarea que como dios se le asignó a mercurio, a pesar de creer que sólo era el dios del comercio y del cereal. ¡También era inversor!
Como una novedad llega a nosotros la creación de los denominados clubes de inversión. Alguno de ellos tiene la mala idea de llamarse “Angeles” de inversión, otro de los dos locales, al menos se sincera como Inverstor Group.
En el fondo, y sin tanto ropaje financiero ni deificante, estos grupos se componen de analistas e inversores, los primeros reciben entre 10 y 30 proyectos de emprendimientos por mes, los “filtran” y lo proponen a sus asociados como si vendieran tigres blancos de la Eurasia en los Estados Unidos de los años ’20. El filtro en primer lugar implicaría superar la barrera del fracaso, y en su caso, si lo que queda luego de repartir las pérdidas, puede devolver el dinero invertido. La rentabilidad ofrecida es del 30% anual – entre nosotros altísima – y se aclara que el riesgo no es menor. Procuran financiar proyectos que tengan que ver con empresas internacionales del mismo rubro que ya se encuentren instaladas, de manera de crearles una pequeña molestia, que en el algún momento valga su dinero.
Una vez filtrado, les proponen invertir en el proyecto a cambio de paquete de acciones y porcentaje de ganancias. Lo lógico. Esto en algún momento se llamó sociedad de capital e industria, pero ellos prefieren términos más aggiornados – y clausulas más chiquitas – como fideicomisos de inversión o préstamos de alto riesgo.
Convengamos dos cosas, en primer lugar considero importantísimo – casi fundamental – que en una sociedad solidaria e igualitaria aquellos que poseen el poder – en este caso el dinero – lo dispongan a favor que quienes lamentablemente no lo poseen – en el caso los emprendedores – lo mismo que también considero importante que se financien este tipo de emprendimientos en lugar de aquellos que sólo producen mermeladas, ropa fea y cara, artesanías chinas, sahumerios inodoros, y remeras pseudohippies. Creo que el foco se debe poner en emprendimientos que impliquen diseño y tecnología, con la natural generación de propiedad industrial e intelectual; como aquel que capacite al obrero – porque alguien tiene que trabajar y llamarse así en este mundo – a fin de que al menos mientras dure, obtenga un beneficio formativo.
Pero también creo que el Estado, con toda su infraestructura y sapiencia, debe ser el promotor principal de estas aventuras comerciales. Me pregunto: si es rentable para estos advenedizos con dinero, por qué no lo será para los Bancos oficiales o los privados. O estos sólo financian LCD´s y dan cuentas bancarias gratuitas, universales y no se qué mas, sin explicarte cómo hacer para llenarla con dinero.
Al menos, el Estado – cualquiera sea su gobernante – debería regular la actividad de los inversionistas, de manera que éstos, como el mito de Mercurio, no anden “mercuriando” de aquí para allá, pasando de un emprendimiento en otro, obteniendo sólo su 30% de rentabilidad. 
Cualquier semejanza con el concepto de capitales buitres corre por cuenta del mal pensado lector.
Siempre lo dije, y hoy más que nunca lo sostengo: la inteligencia y el dinero se encuentran distribuidos de manera inversamente proporcional. De manera que lo segundo, aparezca como imprescindible ante lo primero. 
Creo necesaria la inversión privada, como también creo necesaria la regulación pública. Sobre todo cuando la ausencia de lo público lo es en ambos aspectos. 

noviembre 06, 2010

¿Qué hace la gente con la guita?


 Aunque Ud. no lo crea, sectores otrora denominados clase media han sido censados por la Universidad Católica Argentina, puntualmente su prestigiosa Escuela de Negocios, a fin de conocer si han podido guardar algunos pesos, y en ese caso qué destino les darían. Debo confesar que ya fue un hallazgo saber que existía clase media, qué esta se distribuida por 24 localidades y que podían ahorrar algo.
Escuetamente, para quienes quieran profundizar los remito al informe, pero resulta esclarecedor un cuadro de decisiones referido al ahorro. Preguntados respecto de “¿Si tuviera dinero disponible, cuál de las siguientes alternativas le parece hoy en día la mas conveniente?” respondieron:
Disponer el dinero en compras – consumo.
23%
Guardar los pesos en casa
20%
Deposito en pesos a plazo fijo o caja de ahorro.
13%
Comprar dólares y guardarlos en casa
12%
Comprar dólares y depositarlos en un banco
9%
Otras alternativas
9%
No sabe / No contesta (siempre están)
14%
Total
100%
Fuente: UCA – TNS Gallup

Lo interesante de los números y estadísticas, es que cruzados a veces dan resultados asombrosos, aunque de dudosa verosimilitud. En este caso, saquemos nuestras propias conclusiones. El mismo universo de encuestados que decide a grades rasgos comprar dólares y/o depositarlos en un banco o guardarlos en su casa – entiendo que por las tasas de interés, la opción del banco es una cuestión de seguridad solamente – también coinciden que los próximos seis meses serán peores o iguales, así lo dijo el 73% de los encuestados. Sólo el 21% cree que será mejor que ahora.
Hasta ahora, con un potencial panorama peor (o igual que podría ser lo mismo) los que tienen plata optan por una moneda de apariencia fuerte o el consumo. Luego la pregunta es dónde guardarlo, pero eso ya responde a otra variable (banco + seguridad; casa + probabilidad de desvalije). Lo llamativo y dejo a vuestro criterio el neo concepto (como diría Karina Olga) es que el consumo sea una variante del ahorro.
Se podrán imaginar que con esta información proponer medidas tendientes a dirigir el ahorro hacia sectores productivos mediante herramientas bursátiles, bonos, etc. resulta una ilusión desarrollista para la que no estamos preparados. No utilizo la palabra utopía pues el obtusismo popular la asocia a extremos políticos prehistóricos.
En lo que a mí respecta, los datos estadísticos del cuadro ya son un artículo en sí mismo. Pero en definitiva la incógnita más grande que tengo, es la respuesta que las entidades bancarias darían si pregunto: ¿qué harían con los depósitos en dólares o en pesos, que el 22% de los ciudadanos con capacidad de ahorro depositarían allí? Y como es mi artículo, imagino una respuesta a mi gusto: “Pues lo prestaríamos a empresas con ánimos de expansión, para la adquisición de bienes de capital y tecnología, para la inversión en desarrollo” Pero como no es mi realidad, lo cierto es que también podrían sincerarse y responder: “lo destinaremos a financiar el consumo del 23% que compra como cueva de conservación del dinero, otorgando más cuotas sin interés o con un interés velado” … Entonces, el 22% de los que ahorran, financia al 23% de los que consumen creyendo que tambien ahorran. ¿El ahorro es un sistema solidario? ¿O los ahorristas somos medio salames? ... me cago! qué picada nos haríamos en este país si fuéramos caníbales!

noviembre 04, 2010

El peso argentino-brasilero.

Pareciera como si se nos estuvieran riendo ¿no?
Poniéndome un poco paranoico puedo pensar que la política monetaria nacional – facultad del Banco Central que Redrado defendió a capa y espada quedándose con ambas pero sin el título nobiliario para usarla – que se impulsa para finales de año tiende a concretar un acercamiento al estado brasilero. De a poco, como para que no nos vayamos dando cuenta, el Banco Central de la República Argentina incorporará billetes de cien pesos fabricados en Brasil – si también hacen billetes – pero claro, controlados cualitativamente en Argentina.  Una U.T.E. entre la casa de la moneda nacional y la casa da moeda brasilera se encargará de surtirnos de Rocas – en referencia al procer de la fotito – para el veranito que se nos viene. Con la excusa de se nos rompió la impresora, y el pretexto de cubrir la expansión monetaria, pagar aumentos efectivos de asignaciones por hijo y jubilaciones, surtir a bancos y cajeros automáticos en definitiva: hacer circular los billetes a fin de año. Los brasileros además de acompañarnos estar en nuestros pies durante todo el verano – havaianas – también estarán en nuestros bolsillos, y según un dato curioso en 1 de cada 2 billetes circulantes. Pues el Roca representa la mitad del circulante en efectivo.
Ahora bien,  si tenemos en cuenta que $100,00 es el billete de mayor numeración y a la vez no vale nada, y que a su vez es el que mayor circula y se gasta; y que se ha tenido que salir corriendo a importar más, bueno nos damos cuenta que la inflación ha impactado un poco más de lo inflacionado por nuestro instituto indiciario nacional.
Un dato anecdótico, como solía decir una compañera de universidad, por primera vez en 15 años que utilizo internet he sentido vergüenza ajena virtual. Solo les pido a quienes tengan el disgusto de haber llegado leyendo hasta aquí, que visiten la página web de la casa de la moneda argentina y luego de la brasilera , verán por qué se formó una UTE, pero no entenderán por qué Argentina controla la calidad o si que podría hacer sino.

Como los romanos, pero sin trabajo.

Alguien de repente nos dice “¡foro!” e inmediatamente nos pregunta “¿en qué pensaste?” Muy probablemente nuestra imaginación responda: "en una plaza romana, con un sol de medio día, poblada de individuos con cándidas ropas con actitud admonitoria y pose póstuma". Pero en forma subyacente, encontraríamos en todos la idea de actitud laboriosa. De alguna manera vincularíamos el foro, o la imagen que él nos genera, con el trabajo, o la idea que de él tengamos. Justamente porque lo imaginado en algún momento histórico fue verdad, es decir hubo foro y allí se trabajo, los foristas (o forenses) crearon el feriae forense, los días libres de trabajo en el foro para no tener que hacerlo – trabajar – todos los días. Lógicamente, hubo feriado porque hubo trabajo, son pares necesarios.
Ahora, avanzo algunos cientos de años hacia nuestra era, lo hago rápidamente y veo que nuestro calendario para el 2011 tendrá al menos 15 días feriados en el foro; todos ellos sin perjuicio de aquellos fines de semana largos cuya finalidad consiste en promocionar el turismo.
En esto debo confesar que nos estamos asemejando demasiado a Europa pues quien ha tenido la suerte de estar allí, o de haber participado en alguna colectividad sabrá de la amplia difusión de fechas feriadas que existen. En una medición que una consultora – quién sino – efectuó sobre los beneficios concedidos a los trabajadores del mundo se sostuvo que Japón e India encabezan la clasificación, con 16 días festivos al año, seguidos de cerca por Chipre, Eslovaquia y Corea del Sur, con 15 días festivos al año. Malta y España disfrutan ambos de 14 días festivos, mientras que Portugal, Austria, Lituania, Eslovenia y Taiwán tienen 13 días festivos al año. Reino Unido, Australia y Holanda son los países con menos días festivos (8 cada uno), y Dinamarca, Irlanda, Suiza, Canadá y Rumania cuentan con 9 festivos al año. Para la contabilización de los días festivos no se tuvieron en cuenta las vacaciones, es decir a aquellos se debe agregar éstas.
Lo cierto entonces que no estamos tan lejos del nivel internacional de días festivos, aunque sólo en esto nos acerquemos.
Pero separando la paja del trigo, una cosa son los días feriados y otros los días no laborales. En el caso de los primeros, recordamos que son aquellos en los que el débito laboral no es obligatorio, su finalidad no es reparadora sino por el contrario busca que el trabajador pueda participar de las actividades inherentes a la festividad que se conmemora – habitualmente alguna fecha patria – y en el caso de los días no laborables, son aquellos cuya opción a trabajar o no corresponde al empleador – con algunas excepciones como los bancos y seguros – como por ejemplo el día del trabajador del gremio.  Si algún empleador se le ocurre que un trabajador honre su categoría en un día feriado, debe pagar un recargo según sea mensualizado o jornalizado. Mientras que si la ocurrencia recae sobre un día no laborable dicho recargo no opera. Ahora bien, a fin de poder cobrar la actividad prestada durante el feriado, la legislación especial del trabajo contradice la naturaleza de esta nueva “orden ejecutiva” de 15 feriados y promocionales por turismo. El artículo 166 y 168 LCT buscan desalentar la extensión de los días no trabajados requiriendo para el cobro del feriado haber trabajado antes y después del feriado.
Ahora vuelvo a la imaginación, pero no a Roma. Cuando se ordenan feriados como los del decreto 1584/10, uno imagina gente que desea ver llegar ese día para descansar del trabajo. Uno imagina un país sin actividad, con trabajadores en los parques, en las calles, en las rutas con sus familias yendo a hoteles de su gremio a descansar. Pero la imaginación muere de realidad. No he podido imaginar qué harán aquellos que no tienen trabajo y que por lo tanto tampoco correspondería que gocen de un feriado, no he podido imaginar que harán aquellos cuyos ingresos no les permiten realizar turismo promocional como por ejemplo el 20% de desocupados – según INDEC oficial – o como el 15% de personas bajo la línea de pobreza e indigencia.
No he podido imaginar la verdadera finalidad de una norma que sólo alienta el desprecio por el esfuerzo, por el tripalium – etimología de la palabra trabajo – una norma que crea la ilusión de un derecho que no se puede ejercer con la plenitud con la que se pretende vender. Crea, en definitiva impotencia en un sector cuyo factor común es la frustración y la indignidad.