diciembre 18, 2010

Le llegó el telegrama al rey mago Baltasar. Pero lo reubican.

Anda devolviendo el uniforme.
El outplacement significa "un lugar fuera", pero sabemos que para que un camino conduzca a algún lugar hay que saber de dónde se parte, es bastante más difícil trazar la ruta si desconocemos el origen. Saber quién eres, qué quieres y cómo vas a conseguirlo es el principio básico de todo programa de outplacement.
A su alrededor hay otros elementos técnicos y logís-ticos, pero el punto clave es la persona participante del programa. Es quien tiene la responsabilidad de ampliar su capacidad para responder al nuevo reto que le supone la situación profesional por la que pasa.
CONTEXTO
El Rey Baltasar nos dice adiós. Ayer su jefe le dio la noticia: "tenemos que pres-cindir de tus servicios con carácter inmediato, no es por tu culpa, es la situación. No levantamos cabeza y hay que reducir. De entre todos, tú eres quien creemos tiene más posibilidades de salir adelante y cambiar de trabajo".
A Baltasar, la noticia no le pilló por sorpresa, desde hace algún tiempo se oían rumores por los pasillos de la Organización, el volumen de entregas va disminuyendo año a año; además Baltasar había tomado en los últimos meses algunas decisiones que a ojos del jefe eran poco acertadas.
El gran interrogante que Baltasar se plantea es su futuro. Después de 2010 años trabajando para la misma compañía, su incorporación al mercado laboral actual se plantea difícil. Por tanto, decide aceptar la ayuda que le brindan ofreciéndole un programa de outplacement, aunque no sabe muy bien a qué se va a enfrentar, qué es, en qué consiste; sí sabe que toda ayuda será bienvenida.
BALTASAR MANTIENE SU PRIMERA SESIÓN
Hoy Baltasar se reúne con dos miembros del equipo que desarrolla su programa de outplacement:
Baltasar: Me preguntáis cómo estoy y qué ha pasado, pues la verdad es que no se cómo contestaros. Es una situación extraña, como podéis suponer y sabéis. Es la primera vez que me ocurre, nunca había estado sin trabajo, de hecho, ni se me había pasado por la imaginación que me pudiera pasar esto.
Ya desde hace muchos años hemos ido perdiendo, digamos, cuota de mercado. Pero nunca tuvimos la pre-sión de este último año. En las últimas conversaciones con el jefe, ya nos comentó que el tema estaba compli-cado pero, desde luego, no esperaba que la decisión fuese a llevarnos a una reducción de esta magnitud. Me quedé perplejo cuando me comunicó que tenía que prescindir de mí.
Creo que podría hacer otras muchas cosas en la organización y que es una decisión injusta. Es cierto que, tal y como hemos quedado, siempre tengo la puerta abierta a volver una vez pase la crisis pero mientras tanto no se qué voy a hacer.
Son muchos años haciendo lo mismo, a mí lo que me gusta es estar con los niños y hacerles felices y me lo han quitado de un plumazo. Es algo más que un trabajo y esto es lo que no entienden en la Dirección. Por otro lado, ¿qué es lo que voy a hacer? ¿Dónde puedo trabajar yo? Al dejar la organización he perdido mis poderes, ya no soy Mago y esa es la parte más importante de mí.
Me dijeron que me pusiese en contacto con vosotros, que conocéis cómo se mue-ven las cosas hoy día y que me podríais ayudar a buscar una actividad en este nuevo mundo. Por eso estoy aquí.
Consultor: Hoy eres tan Mago como lo eras ayer, y de ti dependerá seguir siendo Mago. Si tú no crees en ti mismo ¿quién va a hacerlo? ¿Qué es lo que ha cambiado en ti además de que ya no tienes camello y un bonito uniforme a modo de tarjeta corporativa?
Baltasar: Yo no he cambiado, lo que ha cambiado es mi situación. Antes tenía mis poderes y ahora los he perdido. Con ellos me sentía más seguro.
Consultor: Entonces lo que cambia es la situación, no tú. Eres el mismo pero ahora te enfrentas a un nuevo reto y en unas nuevas circunstancias. ¿De qué forma te hacía sentirte más seguro el hecho de tener tus "poderes corporativos"?
Baltasar: Me permitía relacionarme con los niños, bueno quizá me permitía que se me reconociesen rápidamente, ahora esto no es posible.
Consultor: ¿No es posible?
Baltasar: Bueno, supongo que habrá alguna manera, pero ahora mismo no soy capaz de pensar en ninguna de ellas. Es una sensación de pérdida importante, me reconoce la gente allá por donde paso, pero creo que me miran de una manera rara, es como si se estuvie-ran compadeciendo de mi y eso me pone muy nervioso, me cuesta incluso salir a la calle.
Consultor: ¿Exactamente que te pone nervioso?
Baltasar: Pues que piensen que soy un fracasado.
Consultor: ¿Qué es ser un fracasado para ti?
Baltasar: Pues eso, que me han echado, que ya no tengo trabajo, que lo he hecho mal, que ya no tengo pode-res.
Consultor: ¿Qué piensas tú de una persona que ha per-dido el puesto de trabajo?
Baltasar: OK. No tienen por qué pensar eso de mi, es una simple obsesión mía. Es verdad, qué tontería.
Consultor: Volvamos sobre el tema de los poderes. No es una cuestión de "poderes" sino que tú, en estos momentos, no eres capaz de ver la manera en que los niños te reconozcan rápidamente y seguir volcando tu trabajo con ellos. ¿Esto que pienso es correcto?
Baltasar: Sí efectivamente, así es. No sé cómo voy a ser capaz de volver a hacer lo que más me gusta. Dar felicidad a los niños.
Consultor: ¿Qué otras for-mas conoces para dar felicidad a los niños y que no sea repartiendo regalos?
Baltasar: A los niños se les hace felices con pocas cosas, jugando con ellos, cantando, saliendo al campo, llevándoles a un partido o al cine, riendo, creando situaciones en las que ellos sean protagonistas. ¡Uf! hay muchas formas.
Consultor: ¿Entonces?
Baltasar: ¿Quieres decir que yo puedo hacer alguna cosa de esas? ¿Cómo?
Consultor: No sé, depende de ti. ¿Tú qué opinas?
Baltasar: Claro, si hubiera un puesto de trabajo en el que se pudieran hacer esas actividades yo estaría en-cantado.
Consultor: Llevas dos mi-lenios realizando la misma labor, la realidad es que ahora no puedes continuar con ella, eso es inamovible. ¿Para qué te servía a ti ese trabajo? Si consigues con-testarte a esta pregunta, antes de pensar en qué vas a trabajar o dónde, o en tú falta de conocimiento del mercado laboral actual, habrás avanzado muchísimo. Empieza a trabajar en ti mismo, desde lo que tú eres y lo que quieres. Ya tendremos tiempo de anali-zar el mercado y las posibilidades que ofrece. ¿Qué es lo que te impide hacer esta reflexión?
Baltasar: Nada, la verdad es que nada. Entiendo lo que me dices, pero en estos días cuando he pensado en qué podría hacer, "es que no me encuentro", me produce un estado ¿cómo diría yo?, parecido a la ansiedad y no consigo centrarme.
Consultor: Eso es muy normal. Todas las organi-zaciones, más aún cuando tiene una cultura de presión constante o se ha pasado mucho tiempo en ellas, tienden a ocupar todos los ámbitos de tu vida, cosa que se convierte en un problema cuando no les ponemos coto. En tu situación actual te falta algo, tienes que volver poco a poco al mundo real, salir de la situación de presión en la que has vivido. Si esto lo haces de golpe sufrirás vértigos, como los submarinistas. Tienes que hacerlo poco a poco. Mi consejo es que te planifiques, que te crees una rutina diaria y que en ella incluyas temas personales y profesionales. ¿Qué vas a hacer durante esta semana?
Baltasar: Voy a aprovechar para hacer algo de ejercicio, la barriga me está creciendo demasiado y tengo que poner en orden algunos temas de casa. Además, me gustaría empezar a escribir un libro con las principales anécdotas de estos últimos 1.000 años, algo sencillo.
Consultor: Ponle día y hora a todas esas actividades e incluye también todas aquellas otras que implican una relación con los demás y tiempo para ti. En estos primeros días recibirás llamadas de mucha gente. Sé positivo, no te dejes enganchar por los conceptos de justicia o injusticia, el protagonista de la nueva película eres tú. Queda con ellos. Haz también un hueco para trabajar en la reflexión que te decía antes. ¿Tendrías algún inconveniente en dibujar en una hoja, de manera sencilla, cuáles han sido los momentos de tu vida, personal y profesional en los que más has disfrutado y por qué? Te doy una semana, ¿hasta el viernes que viene?
Baltasar: Perfecto, me pongo a ello. Pero lo haré aquí en la oficina, me va a resultar más fácil, así que te veré a lo largo de la semana.
Consultor: Hasta el lunes entonces, y buen fin de semana.

Fuente: Editorial WOLTERS KLUWER ESPAÑA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario