marzo 28, 2011

El ratón y el carpo. Por Federico A. Viale para dtym.com.ar

No se trata de una fábula entre el congelado Mickey y el lamentablemente fallecido Pappo; sino de un breve comentario, porque más extenso lo ha hecho ya la Dra. Gabriela Cerrutti (ED - Año LXX N°11) respecto de la sentencia de la Cámara Nacional del Trabajo, Sala 1, que condenó a una aseguradora de riesgos del trabajo, por resultar responsable -. objetivamente claro está - de la lesión de túnel carpiano provocada por la utilización del mouse en un empleado administrativo de una empresa.
Por momentos, y les comento que he leido el fallo, tengo la sensación que la verdad objetiva ya no es objeto de búsqueda. Por momentos siento que lo que se busca en un responsable que pague a un irresponsable.
No cuestiono el fallo pues sus fundamentos son sólidos, pero no me ha convencido. Y creo que cuando una sentencia no convence, aun en aquella parte de nosotros que se sincera con nuestra conciencia, es porque el yerro existió.
Sigo considerando que la responsabilidad derivada de la utilización de una cosa riesgosa, es de aquel cuya guarda o propiedad ostenta. 
Pero no creo que cualquier cosa pueda ser considerada riesgosa.
Muy atinadamente la primera opinante refiere que "no hay cosa peligrosa en función de su naturaleza sino de las circunstancias". Es decir, que las cosas son o no riesgosas según el contexto en el cual éstas sean colocadas, o según éstas interactuen con el bien jurídico protegido: salud del trabajador.
El fallo descarta una circunstancia relevante: indica que no ha habido prueba fehaciente que permita entender que el trabajador padece una enfermedad inculpable o que haya existido culpa de la víctima o un tercero. En la década del '80 vaya y pase, pero desde la década del '90 en adelante, una computadora con mouse y teclado convencional, podía hallarse en cada casa argentina. Motivo por el cual, no hallar en aquello, casi 20 años de utilización de teclados y mouse, una prueba suficiente al menos para concurrir la responsabilidad, me suena ruidoso.
El Decreto 658/96 reglamentario de la Ley de Riesgos de Trabajo, prevé como agente laboral perjudicial para las extremidades superiores (brazos) las posiciones forzadas y gestos repetitivos de trabajo, incluyendo expresamente el síndrome de túnel carpiano. 
Por su parte, investigadores del CONICET de Bahía Blanca dan una serie de recomendaciones de modo tiempo y lugar en que deben desarrollarse una tarea como la del actor. Aconsejan adaptar el entorno laboral para minimizar la fatiga y las molestias.
El teclado, mouse y demás dispositivos deben colocarse de manera tal que los brazos y las manos queden en una postura relajada, cómoda y natural. El mouse debe quedar al mismo nivel que el teclado. Recomiendan tambien la utilización del incómodo teclamo anatómico. Ese teclado curvo que hace que piques teclas sin saber cuál es cuál.
Y respecto del tipeo, sugieren lo que ya en el colegio secundario nos enseñaban en clases de mecanografía: "tipear conlas muñecas en el aire, los dedos levemente curvos, manteniendo una línea entre mano y antebrazo, sentado con espalda derecha y apoyada". 
En definitiva, es hora que las aseguradoras y aseguradas comiencen a entender que la jurisprudencia se orienta a lo preventivo, al menos en el fuero laboral. 

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