Siempre he sostenido que los medios de comunicación no sólo transmiten noticias, sino que también son medidores sociales. Es decir, dan una idea de lo que esta ocurriendo en determinado momento, sobre determinado tema y según determinado sector. Así una noticia lanzada un día lunes, puede tener repercusión mediática durante toda una semana a través de las cartas de lectores, y sus a veces irreproducibles respuestas.
En Rosario, algunos “lectores misivos”, de esos que tienen la costumbre de escribir cartas permanentemente, se han unido no sólo para sostener un diálogo público con sus cartas, sino para publicar un libro con todas las cartas remitidas desde al menos cinco años a la fecha. Es decir, mucho.
"Privado busca señorita buena presencia" |
Conjuntamente con ese segmento del diario, encontramos los clasificados. Ese si que es un verdadero termómetro social. Allí nos podemos enterar qué negocio es negocio, y cuál ha dejado de serlo. Basta leer la cantidad de cybers a la venta, y veremos como en 6 años, de ser un boom emprendedor, ha pasado a ser un clavo oxidado. La cuestión de los clasificados siempre me ha llamado la atención, los leo con habitualidad y profundidad, y sin considerarme un experto, puedo decir que he podido elaborar teorías a partir de ellos. Claro que las expondré en otro momento.
Interesado particularmente en el mercado del trabajo, y como he dicho en entregas anteriores, habiendo sido hijo de la generación 80-90, pude ver la mutación estética y ética que ha ocurrido en el suplemento mencionado.
Con el famoso rubro 59 de Clarin como antecedente, el desempleo y la necesidad de dinero rápido, la complicidad estatal y el morbo social, el rubro “servicios para el hombre y la mujer” se ha transformado en un modo de legitimación de la prostitución en nuestra ciudad, llamativamente bajo el amparo de la búsqueda de trabajos.
Eufemismos de otrora, como “privado”, “señorita”, “masajista profesional”, “discreción”, sólo se mantienen por una cuestión de impunidad. Es decir, ya sabemos que tienen armado una red de prostitución, pero no lo hagan tan obvio.
Dejo en claro, que no se trata aquí de posicionarme a favor o en contra, sino de comentar que la ceguera social – hipocresía – respecto de un tema – mas aún en campaña política – como la prostitución y la trata de personas, cuyas víctimas no suelen ser personas con trabajo en serio o ingresos con sustentabilidad, a nosotros en tanto integrantes de una comunidad cada vez mas trazada por problemas de otros segmentos sociales, nos pasa desapercibido todos los días, incluso los domingos, y lo peor de todo que se invoca al trabajo como elemento asociado a una práctica que hasta que yo pude consultar, es ilegal.
En España, si en Europa, también ocurre lo mismo, pero al menos se intenta desarticular. "Mientras sigan existiendo anuncios de contactos se estará contribuyendo a la normalización de esta actividad; por ello, estos anuncios deben eliminarse. Los anuncios de publicidad de la prostitución deben eliminarse", aseguró el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El primer ministro español dimensiona la complicidad a la que se somete a la sociedad al publicar este tipo de anuncios, que por otro lado sustentan muchas veces los suplementos de clasificados por si solos. La propuesta de Zapatero forma parte del plan del Gobierno de lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual, en el que se incluye como uno de sus fines "la sensibilización y la concienciación ciudadana para que no haya complicidad con estas prácticas".
Una militante de la Plataforma por la abolición de la Prostitución resume mi idea: "Se las exhibe y oferta como mera carne. Un periódico serio no puede reivindicar la igualdad y a la vez consagrar la desigualdad. Son ingresos sustanciosos y los medios no quieren renunciar a ellos". Del otro lado el representante de la Asociación de Editores de Diarios Españoles responde que la publicación de estos anuncios es legal y forma parte de la libertad de prensa que ampara la Constitución. "Si los poderes públicos consideran que la prostitución es una actividad delictiva o perjudicial para la salud, cabría exigirles que prohíban el ejercicio de la misma". Si no está prohibida ¿por qué ha de vetarse su publicidad?
Conclusión: negocio o no. Libertad de prensa y empresa o restricciones discrecionales. La prostitución existe, y el negocio no sólo es ejercido por los proxenetas, sino por todos aquellos que directa e indirectamente se vinculan a la trata de personas con conocimiento de ello. O ¿alguno permitiría un “privado” en su piso? (salvo aquellos de frecuente visita y por una cuestión de estricta comodidad). ¿o seriamente piensan que la prostitución se elige?.
Pido perdón si alguien ha interpretado esto como una crítica moral, por el contrario, se trata de eliminar dos confusiones. La primera: La promoción de la prostitución y solicitud de “jóvenes para privado” no es un trabajo. La segunda: La prostitución es ilegal. El resto, a resolver por quien corresponda.
Por Arturo Auregón para dtym.com.ar
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